¿Qué es el tráfico sexual? (Ecuador con LSEC)
Este video tiene una advertencia sobre contenido sensible de explotación y trata sexual. El video reconoce que la información puede resultar abrumadora y difícil de procesar, pero es importante recordar que podría estarle sucediendo a alguien que conoces y en enfocarse en apoyar a los sobrevivientes. Incluye una definición de trata sexual y acoso sexual, así como ejemplos de cómo los traficantes pueden mentir, manipular y amenazar a las víctimas. El video enfatiza que la trata sexual siempre es ilegal y nunca es culpa de la víctima, y puede ser más común de lo que crees. Anima a jóvenes a identificar a personas adultas de confianza con quienes hablar si surge una situación en sus vidas y a estar atentxs a lesiones que no tienen sentido, ausencias de la escuela, aislamiento o apariencia de cansancio. Las personas pueden mostrar estos signos por otras razones y las reacciones individuales a la trata son diferentes: consulta con las personas por si acaso.
Juventudes
El tráfico sexual es un delito que ocurre cuando una persona usa la fuerza o hace que otra persona participe en conductas sexuales a cambio de algo de valor, como dinero, comida, un lugar donde quedarse, ropa, un trabajo, drogas o incluso un viaje a la escuela. Una persona puede ser objeto de trata por alguien que conoce, incluso un pariente, un amigo o amiga, una pareja romántica o una persona adulta en quien confía.
Un traficante puede ganarse la confianza de una víctima prometiéndole amor, una relación o seguridad; esto se llama “grooming”. Un traficante también puede mentir para engañar o amenazar a sus víctimas. Un traficante puede decir una mentira, como que la víctima se meterá en problemas por conductas sexuales. O tal vez el traficante ofrezca regalos o protección, o amenace a la víctima o a sus familiares como una forma de lograr que la víctima haga lo que dice. El tráfico sexual puede sucederle a cualquier persona, independientemente de su género, raza, orientación sexual o lugar de residencia.
Recuerde, el tráfico sexual es ilegal y nunca es culpa de la víctima.
Familias
El delito de trata sexual es cuando una persona utiliza la fuerza, el fraude o la coerción para obligar a otra persona a participar en actos sexuales comerciales a cambio de dinero, comida, un lugar donde quedarse, ropa, un trabajo, drogas o incluso un viaje. Es importante saber que siempre es un delito obligar a una persona menor de 18 años a participar en actos sexuales comerciales, sin importar cómo suceda.
Los traficantes pueden ser cualquiera. Una persona puede ser traficada por alguien que conoce, incluso un pariente, un amigo o amiga, una pareja romántica o una persona adulta en el que confía. Un traficante a menudo se gana la confianza de una víctima prometiéndole amor, una relación o seguridad; esto se llama “grooming”. Un traficante también puede mentir, engañar o amenazar a sus víctimas. Un traficante puede decir una mentira, como que la víctima se meterá en problemas por comportamientos sexuales. Los traficantes también pueden darle regalos a la víctima, ofrecer protección o amenazar a la víctima o a sus familiares como una forma de lograr que cooperen.
La trata sexual puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género, raza, orientación sexual o lugar de residencia. Si bien el tráfico sexual puede afectar a cualquiera, hay jóvenes que son especialmente vulnerables, incluidos aquellos que tienen antecedentes de abuso y negligencia, han sido testigos de violencia o carecen de un fuerte sistema de apoyo o familiar.
Recuerde que el tráfico sexual es ilegal y nunca es culpa de la víctima. Si un niño, niña o joven te revela alguna información que pueda indicar que puede ser víctima de tráfico o de acoso sexual por parte de un traficante, concéntrate primero en la seguridad emocional de la víctima y respeta esa revelación haciendo preguntas sencillas y sin prejuicios. Hazle saber que eres una persona fiable y que puede hablar contigo y ser escuchadx. Nunca prometas guardar secretos, especialmente aquellos que puedan implicar abuso, negligencia, agresión o explotación. Asegúrele que lo que comparta solo lo sabrán las personas que necesiten participar en su seguridad. Puedes haber cosas que deban compartirse con las autoridades, pero se clarx con la víctima y dile que estarás presente en todo momento para asegurarte de que esté segurx.
INICIANDO UNA CONVERSACIÓN
Es importante asegurarse de que tus hijos, y/o hijas y las personas a su cargo sientan comodidad al acudir a ti si ellxs o alguien que conocen han sido tocadxs de manera inapropiada o si se les ha alentado a hacer algo con lo que no se sienten cómodxs. Ser un oyente sin prejuicios y asegurarle que puede acercarse a ti por cualquier cosa sin temor a un castigo sienta las bases para que acudan a ti si alguien cruza un límite con ellxs o si están preocupadxs por alguien que conocen. La forma más fácil de iniciar estas conversaciones es hablar sobre los problemas a medida que surgen en la vida cotidiana, como cuando miran televisión juntxs.